Despido Silencioso: cuando te empujan a renunciar

Anteriormente, te contamos acerca de la renuncia silenciosa: una práctica en la que los empleados hacen lo mínimo e indispensable en su puesto de trabajo. Hoy, vamos a profundizar en un concepto relacionado, el despido silencioso que, a pesar de tener significados opuestos, uno puede ser consecuencia del otro.

¿En qué consiste y cómo se manifiesta el despido silencioso?

Primero tenemos que definirlo: llamamos despido silencioso a un comportamiento pasivo-agresivo por parte del empleador, en el que empieza a quitarle responsabilidades y a crear un mal clima laboral entre él y sus pares, empujándolo así a renunciar. 

Existen diferentes señales que permiten detectar si estás sufriendo esto, algunas de ellas son:

• No recibir feedback ni positivo o negativo.
• Falta de capacitaciones u oportunidades de crecimiento.
• Exclusión de nuevos proyectos o trabajos.
• Ideas no tenidas en cuenta o consideradas.
• Solo recibir tareas irrelevantes.
• Largos períodos sin aumentos salariales.
• Reducción de la cantidad de responsabilidades a cargo.
• Objetivos irreales o inalcanzables.
• Contratación de otra persona para que realice tus mismas tareas.
• Falta de reconocimiento.

¿Qué hacer si sufro un despido silencioso?

Si detectás que estás siendo víctima de esta práctica, existen dos posibles caminos para tomar. La primera opción, y la más sencilla, consiste en renunciar y buscar otro trabajo en donde el ambiente laboral sea mejor y las posibilidades de desarrollo profesional existan. Por eso, si vas a iniciar un proceso de búsqueda te recomendamos tener en cuenta algunos términos que vas a leer incontables veces. 

Si no está en tus planes abandonar tu puesto, intentar solucionar esta situación puede ser una alternativa.

Así, te recomendamos que busques la razón del problema, estableciendo una línea de comunicación con tu jefe o superior, e intentar identificar cuáles son las expectativas que no estás cumpliendo. Es importante que tengas un registro de las situaciones en las que te haya excluido para demostrar que esto es así y que no es tu culpa no estar siendo parte de ello.

Finalmente, si tras varios esfuerzos seguís sin poder revertir el panorama, lo mejor es que vayas por la primera opción. Es importante que puedas trabajar en un clima laboral sano, con oportunidades de crecimiento y de desarrollo profesional, para que así puedas mejorar y no perder la motivación.