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El inicio de una relación laboral típica se celebra con la firma de un contrato de trabajo. Este corresponde a un acuerdo entre un/a trabajador/a y su empleador en donde se pactan condiciones básicas de contratación.
De este documento derivan derechos y deberes de las partes y es una prueba en caso de incumplimiento o desacuerdos.
El trabajador/a se compromete a llevar a cabo determinadas tareas o prestar servicios y a seguir las instrucciones del empleador a cambio de una retribución.
Requisitos fundamentales de un contrato de trabajo
- Identificación de las partes: nombres, apellidos, direcciones y documentos identificativos del empleador y del trabajador/a.
- Fecha de inicio de la relación laboral y duración: fecha de comienzo de la relación de trabajo y, en el caso que tenga un plazo determinado, especificar su duración. Si no existiera una fecha de caducación se presume que es por tiempo indeterminado.
- Domicilio del lugar de trabajo: lugar donde la persona ejecuta sus tareas diarias.
- Modalidad de contratación: debe especificarse el tipo de contratación, que está sujeta a la segmentación por tiempo, tipo de trabajo, lugar de trabajo, entre otras.
- Puesto/cargo a desempeñar: este punto depende de la categoría laboral y la tarea a cumplir en la jornada, se realiza un breve detalle de las mismas.
- Jornada de trabajo: duración y distribución de la jornada laboral.
- Monto del salario inicial y los complementos salariales: se deja expresado el salario bruto y neto y otras pagas adicionales conforme la categoría laboral o profesional.
- Convenio colectivo: si es aplicable.
- Firmas de ambas partes:es importante saber que posee capacidad de firmar contratos de trabajo los mayores de 18 años, los menores de 18 emancipados legalmente, las personas entre 16 a 17 años que cuenten con el permiso de sus padres y extranjeros que estén sujetos a la legislación vigente.
Estos son los ítems fundamentales que tiene que estar en los contratos, ambas partes disponen la facultad de sumar cláusulas que deseen y acuerden.
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