El gaslighting o “luz de gas”, es una forma de manipulación psicológica en la que uno o varios individuos hacen dudar de la precisión de su memoria o la validez de su juicio a una víctima de manera intencional. Esta práctica, aunque comúnmente se asocia con relaciones personales, también se manifiesta en vínculos profesionales, donde compañeros o superiores intentan debilitar la confianza de sus colegas.
Se puede manifestar en diversas conductas. Por ejemplo, la alteración de la realidad, cuando la persona que ejerce el gaslighting o “gaslighter”, niega hechos objetivos o eventos que realmente han ocurrido, como conversaciones previas o acuerdos alcanzados. Otra forma de manifestación es la minimización de experiencias, en la que se descalifican las emociones de un compañero, haciéndole sentir que está exagerando o que sus preocupaciones son infundadas. Además, hay una distorsión de la percepción, donde se cambia la narrativa de manera sutil para que la víctima cuestione su propia interpretación de diferentes sucesos.
Estas tácticas pueden afectar gravemente la confianza y el bienestar de un individuo en su entorno laboral, llevándolo a dudar de sus habilidades y a experimentar un descenso en su desempeño.
Cómo identificar el gaslighting laboral
La primera instancia para superar los efectos del gaslighting es reconocer cómo ocurre y en qué formas.
- Invalidación: esta manipulación psicológica ocurre con frecuencia a través de la invalidación. Cuando una persona expresa al gerente inseguridades respecto a las expectativas, y este cuestiona su perspectiva, puede hacer que sienta que sus emociones no son válidas.
- La exclusión: los compañeros de trabajo o gerentes que actúan de manera excluyente ante sus colegas, no suelen tener argumentos para justificar su comportamiento. Esto conduce a que los trabajadores queden al margen de oportunidades de ascenso, desarrollo profesional y reconocimiento.
- Escucha selectiva: el gaslighting puede manifestarse cuando superiores en el ambiente laboral prestan atención selectiva, ignorando la información o comentarios que un colega comparte en sus interacciones. Esta práctica puede generar dudas al damnificado sobre su capacidad para comunicarse.
- Omitir información: cuando un colega omite información de manera constante, puede ser una señal de gaslighting. Esta falta de conocimiento sobre aspectos claves, puede dificultar que el trabajador cumpla con sus tareas y las expectativas que tiene su lugar de trabajo, lo que llevaría a un bajo rendimiento.
Cómo combatir el gaslighting laboral
Para enfrentar el gaslighting en el entorno laboral, es crucial reconocer y comprender los comportamientos asociados a esta manipulación psicológica. Evitar las confrontaciones directas ayudará a prevenir reacciones defensivas de quienes lo practican, ya que rara vez lo admiten. Además, buscar apoyo será de beneficio para establecer límites saludables y proteger el bienestar personal.
Implementar estrategias efectivas para gestionar la situación ayudará a cuidar el bienestar emocional y profesional:
- Registrar los incidentes: llevar un registro detallado de los episodios de gaslighting ayudará a validar las experiencias y proporcionar evidencia para plantear el asunto ante recursos humanos o superiores.
- Establecer límites claros: en relación con la tolerancia, es importante comunicar de manera firme y directa límites personales a compañeros.
- Buscar apoyo: no es necesario enfrentar el gaslighting en soledad. Buscar el respaldo de amigos, familiares o colegas de confianza, que podrán ofrecer una perspectiva objetiva y apoyo emocional.
Es fundamental que las personas comprendan que están siendo víctimas de este tipo de acoso laboral. La salud mental y emocional es primordial. Al hablar y buscar ayuda, se podrá avanzar hacia un ambiente de trabajo más positivo y saludable.
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